El gobierno chileno aseguró que el proyecto para reformar el sistema electoral, que contempla un aumento del número de parlamentarios, no generará gastos adicionales para el Estado, ante los reparos que ha provocado la iniciativa en la oposición y en algunos sectores del oficialismo.
“El aumento de parlamentarios tiene un costo adicional cero porque va a funcionar con los mismos recursos, que se van a reasignar”, aseguró el ministro portavoz del Ejecutivo, Álvaro Elizalde, en una entrevista con Radio Cooperativa.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, firmó esta semana un proyecto de ley para reemplazar el sistema electoral bi-nominal vigente en el país por uno proporcional, que propone crear más distritos y circunscripciones y que la cantidad de congresistas electos guarden relación con la población que habita cada zona.
La iniciativa contempla además aumentar de 120 a 155 el número de diputados y de 38 a 50 el de senadores, y fijar un esquema de cuotas para que al menos un 40 % de los postulantes al Congreso sean mujeres.
Diputados y senadores de la Nueva Mayoría, la coalición de centroizquierda que apoya a Bachelet, y de la Alianza opositora no tardaron en expresar sus críticas sobre el proyecto al considerar que necesariamente conllevará un mayor gasto para el fisco.
El senador Fulvio Rossi, del Partido Socialista (PS), dijo que es “difícil entender cómo se pueden financiar 35 nuevos diputados solo con reasignaciones”, mientras su colega Alberto Espina, del conservador Renovación Nacional (RN), consideró que el aumento de parlamentarios es “excesivo, innecesario e inconveniente”.
El Gobierno, sin embargo, defiende que no será necesario destinar más fondos fiscales a la reforma, aunque aún no ha aclarado cómo se realizará la reasignación de los recursos actuales.
El portavoz del Ejecutivo recalcó hoy la conveniencia de sustituir el actual sistema binominal, una herencia de la Constitución de 1980 que impuso el dictador Augusto Pinochet y que ha propiciado durante años la exclusión del Parlamento de partidos minoritarios pero aseguraba la presencia de la derecha dura, en un país dividido en opinión.
Ello se debe a que actualmente se elige a dos representantes por cada distrito o circunscripción. Para que una lista obtenga los dos escaños, debe sumar más del 66 % de los votos, pero con sólo un 33 %, la segunda lista más votada consigue la misma representación que la primera.
“Este es un sistema aberrante para la lógica democrática y por eso debe ser modificado con el objetivo de que las barreras de entrada en el Parlamento sean menores y los que obtengan las primeras mayorías sí o sí resulten electos”, dijo Elizalde.
El portavoz consideró que la desafección ciudadana con la política se debe en parte al binominal, y reconoció que ese sistema le ha dado buenos resultados a la Nueva Mayoría, aunque reemplazarlo es “un compromiso con la democracia”