El Papa Francisco en la audiencia general del miércoles pidió “abrir los ojos” y no permanecer con los brazos cruzados “ante el desempleo, a la vez que exhortó a evitar dejarse seducir por el dinero y el éxito”.
Respondiendo a un video-mensaje de los trabajadores de la empresa siderúrgica Lucchini de Piombino, el Papa pidió un esfuerzo de creatividad y de generosidad para quien pierde el trabajo y para los desocupados a causa de la crisis económica.
“Por favor, abran los ojos y no permanezcan con los brazos cruzados”, indicó.
Y añadió: “Ayer recibí un video de los obreros de la Lucchini di Piombino que me enviaron antes del cierre (de la empresa) y que de verdad me conmovió. Quedé triste”, dijo el Papa al término de la audiencia general.
“Queridos obreros, queridos hermanos, sobre sus rostros estaba dibujada una profunda tristeza, la preocupación de padres de familia que piden por su derecho a trabajar para vivir dignamente y para poder construir, nutrir y educar a sus hijos. Estén seguros de mi cercanía y mi plegaria”, sostuvo.
Y prosiguió: “Los abrazo fraternalmente. Y a todos los responsables pido cumplir cada esfuerzo de creatividad y de generosidad para reencender la esperanza en los corazones de estos nuestros hermanos y en el corazón de todas las personas desocupadas a causa de la crisis económica. Por favor, abran los ojos y no permanezcan de brazos cruzados”.
En la audiencia general después de Pascua, Francisco dijo que este es “la semana de la alegría que ofrece la conciencia que Cristo no muere nunca, sino que vive en el mundo”.
Y recordó varias veces la pregunta del ángel a los discípulos: “Para qué buscan entre los muertos a aquel que está vivo. Estas palabras son como una piedra miliar de la historia, pero también una piedra obstáculo si no nos abrimos a la buena noticia, si pensamos que daría menos fastidio un Jesús muerto que un Jesús vivo”.
“En cambio -prosiguió- cuantas veces en nuestro camino cotidiano tenemos necesidad de sentirnos decir: porque están buscando entre los muertos a aquel que está vivo? Cuantas veces buscamos la vida entre las cosas muertas, entre las cosas que no podemos dar vida, las cosas que hoy están y mañana no están más, las cosas muertas”.
Francisco añadió que de esta pregunta “tenemos necesidad cuando nos cerramos en cualquier forma de egoísmo o de autocomplacencia, cuando nos dejamos seducir por los poderes terrenales de este mundo”. “Cuando ponemos nuestras esperanzas en vanidades mundanas, como el dinero y el éxito”.