La alianza opositora venezolana MUD expresó su apoyo para que el sector estudiantil en protesta desde el 12 de febrero tenga su propio diálogo con el Gobierno, dentro de las reuniones en marcha para buscar una salida a la crisis política.
“Ellos no quieren sumarse a una discusión de los dirigentes políticos. Ellos quieren tener su propia discusión”, afirmó el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, en una entrevista en el canal privado Globovisión.
“Ese movimiento estudiantil en conflicto debe ser escuchado directamente y nosotros apoyamos que así sea”, sostuvo.
Los estudiantes que protestan contra la gestión del presidente Nicolás Maduro se han negado a participar en las conversaciones de paz que mantienen la oposición y el Gobierno hasta que se cumplan una serie de condiciones.
Entre sus peticiones están una ley de amnistía para los estudiantes detenidos desde el inicio de las protestas y que el diálogo se dé con el nuncio como mediador y un representante de la Conferencia Episcopal Venezolana y que sea transmitido en cadena de radio y televisión.
Aveledo resaltó que entre las exigencias al Gobierno por parte de la oposición y de los universitarios existen “puntos coincidentes” pero que estos últimos tienen “su propia entidad, su propia personalidad y como tal deben ser respetados”.
Maduro ha invitado en varias ocasiones a los estudiantes a dialogar en el marco de estas conversaciones, pero la respuesta siempre ha estado condicionada a que se cumplan estos requisitos.
Aun así, Aveledo insistió en que el encuentro entre el Ejecutivo y el sector universitario en protesta “debe de fijarse”.
Venezuela vive una ola de protestas contra las políticas gubernamentales desde el pasado 12 de febrero encabezadas por sectores estudiantiles y de oposición, que en ocasiones se han tornado violentas y que a día de hoy han dejado un saldo de por lo menos 41 muertos y más de 650 heridos.
Para tratar de buscar una solución a la crisis, Gobierno y oposición comenzaron el pasado 10 de abril, con la presencia de “buena fe” del nuncio Vaticano y tres cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), una serie de reuniones.
En la segunda y hasta ahora última de ellas el martes pasado, el oficialismo se negó a aceptar una ley de amnistía para los considerados por la oposición como “presos políticos”, aunque sí aceptó revisar algunos casos, así como el regreso de los exiliados.
La condena de la violencia, la incorporación de la oposición a los planes gubernamentales en materia de seguridad ciudadana, la renovación de los poderes del Estado con el periodo vencido y la revisión de las denuncias de abusos policiales y torturas, fueron los puntos en los que sí llegaron a un acuerdo.
Por su parte el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, consideró que hubo “un avance importante” en el diálogo entre el gobierno de Venezuela y la oposición de ese país.
El jefe de la diplomacia brasileña destacó también la “buena predisposición del gobierno y la oposición” en las conversaciones realizadas en Caracas, y de las que participaron como garantes de 'buena fe' el nuncio apostólico, monseñor Aldo Giordano y además de Figuereido, los cancilleres de Colombia y Ecuador, María Angela Holguín y Ricardo Patiño.