MercoPress, in English

Viernes, 29 de marzo de 2024 - 06:41 UTC

 

 

Jesuita de Anchieta fundador de Sao Paulo en 1544 declarado santo por Francisco

Viernes, 4 de abril de 2014 - 01:48 UTC
Defendió y alfabetizó a los indios, fue un literato y escribió una gramática sobre el tupí  Defendió y alfabetizó a los indios, fue un literato y escribió una gramática sobre el tupí

El jesuita español José de Anchieta (1534-1597), declarado santo por el papa Francisco, es conocido como el apóstol de Brasil por su labor evangelizadora y humanitaria en este país y venerado especialmente en Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña y de la que fue uno de sus fundadores.

 Nacido el 19 de marzo de 1534 en Tenerife, en las Islas Canarias, el religioso ingresó en la Compañía de Jesús en 1550 y, tras tres años de noviciado, fue enviado a las misiones jesuitas en Brasil, país en el que desembarcó el 13 de julio de 1553, a sus 20 años y donde murió en 1597.

Toda su obra religiosa y literaria está vinculada a Brasil, en donde su canonización era demandada desde que el país era una colonia de Portugal y en donde se le venera como, además de apóstol del país, patrono de Sao Paulo.

Pese a que llegó a la costa de un aún no explorado estado de Sao Paulo en plena colonización de un país al que los portugueses habían llegado sólo 50 años antes para catequizar a los indios, Anchieta no sólo cumplió su misión sino que aprendió el tupí, escribió la primera gramática de esta lengua indígena y tradujo a la misma obras portuguesas para que los indios pudieran disfrutarlas.

En Brasil se le venera por su importante papel humanitario debido a que defendió a los indios de los diversos intentos de los colonizadores portugueses de esclavizarlos. Anchieta fue uno de los primeros en tomar posición en el debate de la época sobre si los habitantes originales de América tenían alma o no.

Para facilitar la evangelización en el interior de Brasil, Anchieta y su compañero jesuita Manoel da Nóbrega fundaron el 25 de enero de 1554 en el altiplano un colegio alrededor del cual fue creciendo un poblado que Anchieta terminó bautizando como Sao Paulo.

El Colegio de Sao Paulo, tras varias reconstrucciones, aún es conservado en el centro de Sao Paulo como marco de una ciudad que no sólo representa la pujanza de Brasil sino un crisol de razas y de inmigrantes.

El nuevo santo de la iglesia católica también se estableció en Sao Vicente, igualmente en el estado de Sao Paulo, en donde dedicó exclusivamente su labor a los indios y a alfabetizar y educar a los novicios que ingresaron en la Compañía de Jesús en Brasil.

En 1577, en reconocimiento de su importante papel en Brasil, fue nombrado Provincial de la Compañía de Jesús en el país.

Además de su tarea evangelizadora, se le conoce por su obra literaria como autor de poesías, cartas y autos, todas marcadas por conceptos morales, espirituales y pedagógicos.

En 1599 escribió la gramática del tupí, la lengua más usada por los indios que habitaban el litoral brasileño. Escribió no sólo en español y latín sino también en tupí.

Entre sus obras más destacadas figuran, además de “Arte y Gramática de la lengua más usada en la costa de Brasil”, “De beata virgine dei matre Maria”, “A Cartilla de los Nativos”, “Sermón sobre la conversión de Sao Paulo” y “Cartas jesuíticas”.

Pese a que los jesuitas defendían su canonización desde hacía casi cuatro siglos, el proceso se paralizó cuando la Compañía de Jesús fue expulsada de Portugal y de sus colonias en 1760.

El proceso se reabrió en 1877 y la beatificación fue anunciada en 1980, en vísperas de la primera visita que el papa Juan Pablo II hizo a Brasil.

Los jesuitas brasileños tuvieron que esperar a la llegada de otro miembro de la compañía al trono de San Pedro para finalmente poder llamar santo al “padre Anchieta.

Categorías: Política, Brasil, Internacional.