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Venezuela comienza a operar con sistema múltiple de cuatro tipos de cambio

Martes, 25 de marzo de 2014 - 10:10 UTC
Cuánto cuesta un dólar, 6.30 Bolívares o 58.60 Cuánto cuesta un dólar, 6.30 Bolívares o 58.60

Este lunes comenzó a operar en Venezuela un nuevo mecanismo de tipo de cambio basado en la oferta y la demanda, y que a diferencia del anterior permite la incorporación de ofertas privadas. El Sistema Cambiario Alternativo de Divisas II permite a cualquier venezolano comprar dólares para ahorro o atesoramiento, sin límite de montos, pero a través de una cuenta bancaria y a una cotización que surgirá de la oferta y demanda.

 En SICAD II pueden participar privados, empresas, PDVSA, el Banco Central de Venezuela, casas de bolsa o empresas públicas.

El mecanismo permite a los participantes que quieran vender divisas a que fijen sus precios de venta en el mercado y el valor surja de un promedio. El Banco Central se reserva el derecho de intervenir para evitar subidas excesivas en el precio, un elemento que le quita atractivo.

Para el gobierno de Maduro, con el lanzamiento del SICAD II se logrará bajar el precio del dólar paralelo (dólar lechuga), que hoy ronda los Bs60 y que está prohibida su difusión bajo pena de cárcel.

Con el nuevo sistema, los analistas privados estiman que el precio del dólar podría estar entre los Bs20 y Bs50, cifras más altas que las determinadas por el tipo de cambio oficial de Bs6,30, pero aún por debajo del valor del mercado paralelo.

Venezuela tiene un riguroso control de cambios implementado en 2003 que no ha logrado los objetivos de controlar la inflación, evitar la escasez y mantener el tipo de cambio estable.

Con el lanzamiento del SICAD II, Venezuela tiene cuatro tipos de cambio diferentes, tres de ellos regulados por el Estado, y el cuarto es el dólar libre, paralelo o “lechuga” como lo denominan para saltar la restricción informativa.

El dólar a 6.30 Bolívares es la tasa de cambio fijada por el gobierno y con la que se realizan las importaciones del país de ciertos productos esenciales, como medicamentos y alimentos de primera necesidad, ya que Venezuela importa la mayor parte de lo que consume.

Se gestiona a través del ex CADIVI, ahora denominando CONCEX (Centro Nacional de Comercio Exterior). Para acceder a este dólar, se gestiona con las presentaciones de carpetas en los bancos que luego son evaluadas por las autoridades que determinan los cupos. Un sistema ineficiente que fomentó con más fuerza el mercado paralelo.

Luego tenemos el dólar SICAD: Bs10,80 (con variaciones). A través de este sistema de licitaciones, el Banco Central pone los dólares que son subastados y de las ofertas surge un precio de corte que se toma como referencia para fijar un valor.

Este dólar es el que se emplea para las remesas, las compras electrónicas que se hacen por Internet y para los viajeros que salen del país y necesitan dólares. Por ejemplo, el pago de los pasajes aéreos, ahora se realiza con este precio.

El problema del SICAD es que sólo pueden participar de las licitaciones las empresas, no los particulares.

Para que un venezolano adquiera las divisas, debe abrir o tener una cuenta bancaria en dólares y hacer la solicitud. Son los bancos los responsables de controlar las operaciones. Por ejemplo, quien quiere viajar y necesita dólares pueden exigirle que presente los pasajes; la entidades fijan montos mínimos y máximos.

El SICAD II: entre Bs20 y Bs50 es el nuevo mecanismo que se inaugura este lunes, que habilita la participación de privados, bancos y empresas públicas. Las operaciones serán libres, sin límite de montos, por lo que surgirá un mercado de oferta y demanda. De todas maneras, el gobierno revolucionario anunció que el Banco Central actuará como regulador de última instancia, por lo tanto, si el precio del dólar no es del gusto del socialismo, las autoridades fijarán el precio máximo.

Este nuevo mecanismo es la aceptación de que el bolívar tiene un precio retrasado con el dólar, y para no aceptar el valor del mercado paralelo, el gobierno intenta crear otro mercado que le quite presión.

El SICAD II habilita la opción de comprar dólares para ahorro.

Finalmente las restricciones cambiarias de Hugo Chávez en 2003 dieron nacimiento al mercado paralelo que se manifiesta a través del 'lechuga verde' a Bolívares 58.60. A pesar de todas las prohibiciones que se incluyeron dentro de la Ley de Ilícitos cambiarios, los venezolanos de a pie viven pendientes del valor del dólar paralelo que les permite entender que la emisión de bolívares y el alto déficit fiscal los conduce hacia un deterioro permanente del ingreso per cápita y del poder adquisitivo de los ciudadanos.

El dólar paralelo es la referencia generalizada para comprender el valor de los productos de consumo.

Un ejemplo notable de la distorsión de Venezuela es que hoy tiene el salario mínimo más alto de América Latina, seguido por Argentina, los dos países con mayor distorsión del tipo de cambio y con severas restricciones de acceso a las divisas.