El presidente del gobierno regional de Cataluña, Artur Mas, aseguró el jueves que garantizará la consulta de autodeterminación prevista para el próximo 9 de noviembre, a pesar de la oposición del gobierno español de Mariano Rajoy.
Si se trata de consultar, ¿cómo quiere que no pongamos las urnas?
Convocaré la consulta y si se trata de consultar, ¿cómo quiere que no pongamos las urnas?, dijo el jefe del Ejecutivo regional en el Parlamento de Cataluña, en respuesta a la pregunta de la vocera del Partido Popular (PP) de Rajoy sobre si el gobierno facilitará las urnas en los lugares de votación correspondientes.
Por su parte, Mas rechazó que existan semejanzas entre Cataluña y Ucrania: Cataluña no tiene nada que ver con Crimea y, desgraciadamente, el Estado español no tiene nada que ver con el Reino Unido, dijo en referencia a la consulta independentista que este país ha autorizado a Escocia a realizar este año.
El Parlamento español rechazó, el pasado mes de febrero, con una amplia mayoría, el plan soberanista del gobierno de Cataluña y el citado referendo de autodeterminación, que el gobierno de Rajoy considera anticonstitucional. La Unión Europea, en la misma sintonía, adelantó a través de sus voceros que si Cataluña se separa de España quedar{a automáticamente fuera del bloque europeo.
Para garantizar su celebración, Mas confirmó el jueves que recurrirá a la nueva ley de consultas soberanas de Cataluña, pendiente de aprobación e impulsada por el Ejecutivo catalán para poder convocar un referéndum no vinculante sin tener que depender del gobierno central.
El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, aludió al desafío independentista en una visita a la región. Solo los Estados fuertes, agrupados en organizaciones regionales sólidas, son capaces de sobrevivir con éxito, dijo.
Cataluña, con más de siete millones de habitantes, es la región económicamente más fuerte del país, aunque también es la que acumula una mayor deuda. El independentismo se vio impulsado en los últimos años por la crisis económica y se convirtió en uno de los grandes retos políticos de Rajoy.
Las últimas encuestas muestran que la mayoría de los catalanes quiere que se celebre la consulta de autodeterminación. Los sondeos publicados difieren, sin embargo, en el apoyo a la independencia, que se mueve según se trate de unos u otros entre el 31% y el 55%.