El presidente chileno Sebastián Piñera recogió ayer el guante que le había arrojado su par Nicolás Maduro, que arremetió contra el jefe de estado por pedir el respeto de los derechos de los manifestantes.
Maduro había dicho el presidente chileno no tenía derecho a intervenir en los asuntos venezolanos, porque en Chile -agregó- hubo miles de estudiantes detenidos durante sus cuatro años de gobierno.
Quiero aclararle al presidente Maduro que en Chile tenemos una democracia y un Estado de Derecho y, por lo tanto, el gobierno no tiene facultades para encarcelar a nadie, ni a estudiantes ni mucho menos a líderes opositores, dijo Piñera el sábado durante un discurso.
En Chile hay tribunales independientes, agregó Piñera, y aseguró que su gobierno defiende el derecho de todos los ciudadanos de expresarse y manifestarse con libertad. El presidente chileno consideró que hay valores universales que no reconocen fronteras, como la democracia, los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Por su parte los estudiantes chilenos acusaron no tardaron en responderle a Piñera y lo acusaron de tener un doble estándar. Durante todos los años que llevamos de manifestaciones, hubo una represión directa por parte del gobierno de Piñera, dijo Melissa Sepúlveda, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech).
En la polémica intervino también la ex militante estudiantil Camila Vallejo, que saltó a la fama arena política con las protestas que lideró en las calles de Santiago. Sin embargo, en el caso de los estudiantes venezolanos, se alineó con la dirigencia chavista. La derecha venezolana repite el mismo guión golpista de 2002, escribió en Twitter.
El gobierno conservador de Piñera será sucedido el próximo 11 de marzo por la coalición de centro izquierda de Michelle Bachelet, amplia vencedora de las últimas elecciones presidenciales.