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Papa Francisco habló de los exiliados del mundo y exaltó a la mujer paraguaya

Viernes, 14 de febrero de 2014 - 22:18 UTC
“Yo desearía que algún día el Comité del Premio Nobel le otorgara el Premio Nobel ¡a la mujer paraguaya “Yo desearía que algún día el Comité del Premio Nobel le otorgara el Premio Nobel ¡a la mujer paraguaya
“La Virgen viene con documento paraguayo, ella es paraguaya de Caacupé” “La Virgen viene con documento paraguayo, ella es paraguaya de Caacupé”

El papa Francisco habló en el Vaticano sobre el tema de los millones de exiliados en el mundo, y el América Latina, a la vez que expresó su admiración por la mujer paraguaya y exteriorizó su deseo de que el Comité del Premio Nobel le otorgue algún día el Premio Nobel.

 Según Radio Vaticana, Francisco recibió ayer a dos argentinos, Carlos y Rodolfo Luna, quienes estuvieron exiliados en Suecia y con los cuales conversó alrededor de una hora, ante la presencia de algunos periodistas. En un momento del encuentro abordaron el tema de los exiliados y refugiados, y recordó que cuando fue arzobispo de Buenos Aires trabajó mucho con los paraguayos y bolivianos residentes ahí.

En esa reunión con los hermanos Luna y ante la prensa sueca, el Papa agradeció al reino de Suecia por ser “tan humano”; a la vez que expresó su gratitud por la hospitalidad del pueblo de ese país. En efecto, dijo, según Radio Vaticana: “¡Qué lindo encontrar un pueblo con un corazón así! Y Suecia tuvo grandes santos. Al principio del cristianismo, santa Brígida, marcó, y también entre los luteranos... Grandes hombres y mujeres de Iglesia luteranos...”

Francisco igualmente recordó en el encuentro al millón de refugiados existentes en El Líbano, y el hecho de que tantos países cierren sus fronteras.

Seguidamente, el papa Francisco volvió a destacar la tradición de Suecia, tal como le ilustraron sus huéspedes, quienes le explicaron que esa nación organiza cursos para que aprendan el idioma los que llegan exiliados, les ayuda económicamente y encamina para que se sumen a la sociedad.

Invitó a la colectividad a abrir “el corazón al hermano, a la hermana, que no tienen donde vivir, donde trabajar, donde dormir tranquilos”.

En otro momento, el Santo Padre reafirmó la necesidad de crear conciencia en el mundo contra la globalización de la indiferencia.

Y al hablar de los cuatro millones de inmigrantes en Argentina, donde la mayoría son paraguayos y bolivianos, el Papa dijo: “A mi juicio la mujer paraguaya es la mujer más heroica de América. Después de la guerra (contra la Triple Alianza) quedaban ocho mujeres por hombre. E hizo esa gran opción de tener hijos, ¿no? Para salvar la Paria, la lengua, la cultura y la fe”.

Seguidamente, el Santo Padre propuso que algún día se otorgue el Premio Nobel a las paraguayas. “Yo desearía que algún día el Comité del Premio Nobel le otorgara el Premio Nobel ¡a la mujer paraguaya! Por haber salvado la cultura, la patria… ¡heroica! ¡La propongo!”, indicó.

Francisco es un admirador de la mujer paraguaya y en varias ocasiones no escatimó palabras para exaltar su valor y heroísmo. El 1 de noviembre del 2010, la imagen de la Virgen de Caacupé llegó a Buenos Aires, en un recorrido pastoral para los connacionales. En la parroquia Virgen del Carmen, el entonces arzobispo y cardenal Jorge Bergoglio exaltó a la mujer paraguaya, y reflotó la injusticia de la Guerra de la Triple Alianza.

Lo que el entonces cardenal Jorge Bergoglio dijo en Buenos Aires, en 2010: “Hoy la Virgen viene con documento paraguayo, ella es paraguaya de Caacupé, y no hay paraguayo que no la quiera. Y se sabe, en toda América la mujer paraguaya, la más gloriosa, no por haber estudiado más que otras, sino porque supo asumir un país derrotado por la injusticia y los intereses internacionales. Y ante esa derrota llevó adelante la patria, la lengua y la fe. Y la Virgen al tomar la ciudadanía paraguaya, tomó la lengua, la cultura y la fe. Por eso es doblemente gloriosa, por ser madre de Dios y por ser paraguaya”.