El Ministro de Salud brasileño, Arthur Chioro, confirmó este martes la renuncia de otros cuatro médicos cubanos a los cargos que ocupaban en el programa Más Médicos, en los estados de Bahía, Pernambuco, Maranhão y Pacajá.
Más Médicos es un programa dirigido a mejorar la precaria asistencia en la red de salud pública de Brasil. El gobierno de Dilma Rousseff contrató a unos 7.000 médicos extranjeros, cerca de un 70% de los cuales procede de Cuba.
El salario ofrecido por el gobierno brasileño a los extranjeros es de 10.000 reales por mes (unos 4.166 dólares). El caso de los médicos cubanos tiene sus propias particularidades y se rige por un convenio firmado en el ámbito de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que establece que el gobierno de Cuba recibe el salario de los médicos y luego les paga a estos una suma hasta ahora no precisada en forma oficial.
La semana pasada, la cubana Ramona Matos Rodríguez abandonó el programa Más Médicos y presentó un pedido de refugio antes las autoridades de Brasil. Alegó, entre otras razones, que sólo recibía 400 dólares por su trabajo y que otros 600 dólares le eran depositados mensualmente en una cuenta en Cuba, mientras que el resto del dinero quedaba en manos del gobierno de Raúl Castro.
Mientras espera la respuesta del Gobierno, Matos Rodríguez comenzó a trabajar este martes con la Asociación Médica Brasileña (AMB), un organismo privado que desde el inicio se opuso a la contratación de médicos extranjeros para suplir las carencias de la salud pública. El presidente de la AMB, Florentino Cardoso, dijo que la decisión de ofrecer trabajo a la cubana fue una muestra de solidaridad, ya que un profesional no puede trabajar en Brasil y ganar solamente 400 dólares por mes.
Queremos que trabaje con nosotros, que revalide su diploma y que pueda ejercer la medicina libremente en Brasil, dijo el presidente de la AMB, quien aclaró que Matos Rodríguez ejercerá sólo funciones administrativas. Según el contrato firmado este martes con la AMB, la médica cubana tendrá unos ingresos mensuales próximos a los 4.000 reales (1.666 dólares), entre salario y otros beneficios garantizados por la ley brasileña.
La semana pasada, la organización con base en Miami Solidaridad Sin Fronteras difundió un cálculo que establece que más de 5.000 médicos, enfermeras y terapistas cubanos desertaron del régimen cubano en la última década.