El Papa Francisco afirmó que “Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos, y ésta es una buena cosa, es un don de Dios”. En un mensaje para la 48ª Jornada de las Comunicaciones Sociales dijo estos medios “pueden ayudar a hacernos sentir más próximos los unos con los otros, comunicar bien nos ayuda a estar más cercanos y más unidos”.
Según el Pontífice, “existen sin embargo aspectos problemáticos: la velocidad de la información supera nuestra capacidad de reflexión y juicio y no permite una expresión de sí medida y correcta”. “La variedad de las opiniones expresadas, prosiguió, puede ser percibida como riqueza pero es también posible cerrarse en una esfera de informaciones que corresponden sólo a nuestras expectativas y a nuestras ideas, o a determinados intereses políticos y económicos”. “El ambiente comunicativo, agregó Jorge Bergoglio, puede ayudarnos a crecer o al contrario a desorientarnos. El deseo de conexión digital puede terminar por aislarnos del prójimo, de quien nos está más cerca. Sin olvidar que quienes por varios motivos no tienen acceso a los medios sociales corren el riesgo de quedar excluidos”. “Cuando la comunicación tiene el objetivo prevaleciente de inducir al consumo o a la manipulación de las personas, nos encontramos frente a una agresión violenta como la sufrida por el hombre golpeado por los bandidos y abandonado por el camino, como leemos en la parábola”, precisó. “Pero el verdadero riesgo es que algunos medios nos condicionen al punto tal de hacernos ignorar a nuestro próximo real. No basta pasar a lo largo de los” caminos “digitales, es decir simplemente estar conectados. Es necesario que la conexión sea acompañada del encuentro verdadero. No podemos vivir solos, encerrados en nosotros mismos. Necesitamos amar y ser amados. Necesitamos ternura. No son las estrategias comunicativas las que garantizan la belleza, la bondad y la verdad de la comunicación”. Para que internet se traduzca verdaderamente en un don de Dios es necesario recuperar la “lentitud. Qué nos ayuda en el ambiente digital a crecer en humanidad y en la comprensión recíproca?”, se pregunta el Papa en el mensaje. “Por ejemplo, tenemos que recuperar un cierto sentido de lentitud y de calma. Esto exige tiempo y capacidad de hacer silencio para escuchar. También tenemos necesidad de ser pacientes si queremos comprender quien es diferente a nosotros: la persona expresa plenamente sí mismo no cuando es simplemente tolerada sino cuando sabe ser aceptada”. Porque dialogar “no significa renunciar a las propias ideas y tradiciones, sino a la pretensión de que sean únicas y absolutas”, advirtió Francisco, “dialogar significa estar convencidos que el otro tenga algo bueno que decir, hacer espacio a su punto de vista, a sus propuestas”. Por este motivo “la comunicación es una conquista más humana que tecnológica”, observó Bergoglio. “Me gusta definir este poder de la comunicación como proximidad”, prosiguió. “Abrir las puertas de las Iglesias significa también abrirlas en el ambiente digital, aseveró el Pontífice, sea para que la gente entre, en cualquier condición de la vida ésta se encuentre, sea para que el Evangelio pueda atravesar los límites del templo y salir al encuentro de todos. Somos llamados a testimoniar una Iglesia que sea la casa de todos”. “El testimonio cristiano, subrayó Francisco, no se hace con el bombardeo de mensajes religiosos, sino con la voluntad de donar a sí mismos a los otros. Es necesario saberse incluir en el diálogo con los hombres y las mujeres de hoy, para comprender las expectativas, las dudas, las esperanzas y ofrecerles el Evangelio, es decir Jesucristo, Dios hecho hombre. El desafío exige profundidad, atención a la vida, sensibilidad espiritual".