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Maduro promete fin a la inflación del 54% y exclama “¡el Chavismo está vivo!”

Jueves, 2 de enero de 2014 - 16:15 UTC
El presidente culpó a EE.UU y la burguesía por el pobre desempeño de la economía venezolana El presidente culpó a EE.UU y la burguesía por el pobre desempeño de la economía venezolana

El presidente venezolano, Nicolás Maduro tildó al 2013 de “muy duro y complejo” por la muerte de su antecesor y mentor, Hugo Chávez y la “guerra económica” que dice le declaró una oposición convencida del “cercano fin del chavismo”. En rueda de prensa trazó líneas optimistas para el 2014 y exclamó ”¡El chavismo está vivo!”

 Será “un buen año” para la cosecha de un triunfo definitivo en la “guerra económica” que Maduro denuncia se fraguó en EE.UU., potencia que vaticinó mantendrá esa condición al menos otro siglo más.

Estados Unidos seguirá jugando “un papel destacado cien años más, pero no queremos que sea un papel imperial dominante”, dijo el mandatario e hizo votos por el fin de “emboscadas” que acusó tendieron a su gestión e incidieron en el escaso 1,6 % de crecimiento que reportó la economía nacional este año.

“Todo lo que se hizo fue para que Venezuela echara para atrás y se diera un crecimiento negativo”, lamentó e incluyó en ello la tasa inflacionaria revelada poco antes de comparecer ante los micrófonos.

Con tres semanas de atraso, el Banco Central de Venezuela (BCV, emisor) reveló que la inflación en noviembre fue de 4,8 %, algo menor a la de octubre (5,1 %), y que estimaba que este mes de diciembre será de 2,2 %, sin revelar la tasa acumulada en el año.

La inflación acumuló entre enero y octubre una tasa de 45,8 % y la interanual (octubre 2012-octubre 2013) se situó en 54,3 %.

“De no haberse aplicado las fiscalizaciones (gubernamentales a los comercios para obligar reducciones de precios) la inflación de noviembre habría terminado cerca a 6 %”, remarcó el BCV.

Maduro dijo al respecto que “sin la guerra económica hubiésemos tenido inflación de un dígito, la más baja de los últimos 100 años”.

“Sin la burbuja artificial -prosiguió- la inflación fuera hoy negativa” y sin las fiscalizaciones que ordenó a inicios de noviembre “no hubiese sido de 4,8 % como lo fue, sino de 8, 9 o 10 %, que era lo que calculaban” en la oposición a su Gobierno.

En medio de esos y otros porcentajes el jefe de Estado repitió que la muerte de Chávez en marzo pasado fue aprovechada “para agudizar artificialmente el deterioro de todas las variables”.

El Gobierno fiscaliza los comercios, donde Maduro dijo que se han encontrado “precios inflados en hasta un 4.000%”, relación que estableció comparando la tasa oficial de 6,30 bolívares que el Estado fija en el marco de un control de cambio en vigor desde 2003.

Los comerciantes, sin embargo, fijan los precios al consumidor final en base a la tasa del mercado ilegal paralelo, unas diez veces más que la oficial, aunque el Gobierno asegura que el Estado satisface un 98% de las necesidades de divisas de la economía.

Es decir, “Robin Hood al revés, porque roban a los pobres para beneficiar a los ricos”, comparó Maduro y ponderó que sin la acción gubernamental en este momento habría “una hambruna” en Venezuela.

Por su parte el Banco Central ha reconocido que existe un alto volumen de masa monetaria circulando en la economía y a fines de octubre elevó el encaje legal bancario para “propiciar” una moderación de la liquidez monetaria en el país y ayudar así a una reducción de la inflación.

El ministro de Finanzas, Nelson Merentes, indicó que la inflación ha estado en 2013 “perturbada”, aunque presentó un presupuesto para el próximo año con una previsión de entre 26 y 28 % en ese indicador.

La inflación comenzó a dispararse a finales del 2012 y ha mantenido altos niveles a lo largo de 2013 llegando en mayo a registrar un 6,1 %, uno de los resultados parciales más elevados del último siglo, alentada por los efectos de una devaluación del bolívar. Los economistas sostienen también que la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, hasta diez veces, es uno de los factores que impulsa la inflación, especialmente en un país muy dependiente de las importaciones.

El Gobierno ha respondido con un nuevo mecanismo de administración estatal de divisas y la activación de un operativo cívico-militar contra el acaparamiento, en medio de críticas al mercado ilegal del dólar paralelo, sobre el que está prohibido informar su precio. Empero al dólar se le refiere como la 'lechuga'.