El acuartelamiento de la policía en la provincia argentina de Córdoba a comienzos de la semana que derivó en saqueos y robos ante la ausencia de autoridad en las calles, ha generado contagio en otras provincias: Catamarca, Río Negro, Neuquén y San Juan donde el viernes por la tarde y la noche se han producido incidentes con gases y balas de goma.
En Catamarca, la policía provincial realizaba una protesta en reclamo de mejoras salariales que se centró en la Casa de Gobierno, sitio que fue desalojado por Gendarmería, mientras desde la tarde se llevan adelante intensas negociaciones para destrabar el conflicto.
Los efectivos decidieron auto-acuartelarse tras el enfrentamiento que mantuvieron agentes con personal de Gendarmería que intentó desalojar una protesta frente a la Casa de Gobierno, donde ahora se llevan adelante intensas negociaciones para resolver los reclamos salariales de la fuerza, que rechazó la última oferta del Ejecutivo al reclamar un básico de 13 mil pesos.
Por pedido de la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, aliada de la presidenta Cristina Fernández, se enviaron 200 gendarmes.
Cristina Fernández, el Gobierno nacional envió 200 gendarmes para evitar incidentes incidentes.
A su vez en Neuquén la policía inició un paro por tiempo indeterminado en demanda de un salario mínimo de 12.000 pesos, mientras familiares de los efectivos ingresaron a la Jefatura en la capital y marcharon en la ciudad. El gobierno aseguró que está garantizada la seguridad.
La medida fue dispuesta por los efectivos tras el fracaso de negociaciones con el gobierno provincial, que aseguró estar dispuesto a descomprimir el conflicto. Los efectivos presentaron un petitorio y reclamaron un salario básico de 12 mil pesos.
No ha habido saqueos, destacó el funcionario del gobierno de Jorge Sapag, y consideró que se trata de una cuestión salarial y estamos buscando algún tipo de solución.
Policías de Río Negro en la Patagonia reclaman aumentos salariales con una movilización frente al edificio de la Unidad Cuarta de la ciudad de Cipolletti, donde esperan la llegada del jefe de la Policía provincial, Fabián Gatti, para abrir una instancia de negociación.
El comisario de la regional quinta, Néstor Bobadilla, aclaró que no es auto-acuartelamiento, no han tomado ninguna unidad y precisó que la pretensión de los manifestantes es acercar un petitorio. El diálogo no está cortado con la escala jerárquica policial, agregó.
Por su parte la policía de La Rioja aceptó hoy un incremento salarial y levantó la protesta, tras una noche con robos y detenidos. El gobernador Luis Beder Herrera criticó a la cúpula policial por intentar auto-acuartelarse y advirtió que los agentes gordos no van a ascender más.
El gobierno riojano evitó que el conflicto se agravara al acordar con los policías un incremento de haberes a pagarse en tres cuotas, tras una rápida negociación y la promesa de no aplicar sanciones ni medidas disciplinarias.
En tanto, Beder Herrera no descartó cambios en la cúpula policial, al cuestionarla porque no supo contener a la gente que motorizó el reclamo salarial.
El viernes por la noche la provincia de San Juan se sumó al conflicto y solicitó al Gobierno de Cristina Fernández el envío de gendarmería ante el temor a nuevos saqueos y luego de los hechos vandálicos ocurridos en la tarde. En vicegobernador, Sergio Uñac, quien reemplaza a José Luis Gioja en su larga convalecencia en el hospital Italiano de Buenos Aires, en un comunicado oficial difundido por los medios aseguró que la iniciativa fue tomada para garantizar la paz social y el orden público.
Según sostuvo el funcionario los asaltos convocados por las redes sociales, fueron reprimidos. Los efectivos de la Policía de San Juan, se encuentran en servicio activo, se mantienen en sus puestos y están actuando conforme las órdenes impartidas por sus superiores.
Las detenciones efectuadas a personas que han delinquido demuestran lo expresado. No obstante lo expresado, es mi deber tomar medidas para garantizar la paz social y el orden público”, agregó Uñac.