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Bachelet es la fija el domingo en Chile, pero la abstención puede dar la gran sorpresa

Sábado, 16 de noviembre de 2013 - 09:18 UTC
Del momento que el voto no es obligatorio tanto Bachelet como Matthei temen que el electorado responda expresando desinterés por el quehacer político Del momento que el voto no es obligatorio tanto Bachelet como Matthei temen que el electorado responda expresando desinterés por el quehacer político

Si bien se da por descontado el triunfo de Michelle Bachelet el próximo domingo en las elecciones presidenciales, la atención de todos los candidatos se ha volcado al temor extendido que la abstención ciudadana en realidad pueda llegar a ser la gran ganadora desprestigiando a todo el sistema político.

El padrón electoral chileno subió de 8,2 a 13,4 millones, luego de implantarse la inscripción automática y el voto voluntario, (por oposición al voto obligatorio que regía hasta entonces), el cual además se ejercerá por primera vez en estas elecciones presidenciales y parlamentarias.

En efecto a pesar del incremento de votantes, crece el temor de que se repita lo de las elecciones municipales del año pasado cuando en el estreno del sistema casi un 60% de los chilenos se abstuvieron de votar.

A pesar de la amplia ventaja que le otorgan las encuestas, la abanderada opositora Michelle Bachelet y su comando llamaron a los chilenos acudir a las urnas para ganar en primera vuelta.

La misma convocatoria hizo a sus adherentes la principal adversaria de Bachelet, la candidata oficialista Evelyn Matthei, que busca los votos para forzar una segunda vuelta, prevista para el 15 de diciembre, en caso de que ninguna de las candidaturas alcance la mayoría absoluta.

Uno de los elementos que puede estar en contra de una participación masiva, es la sensación reinante de que Bachelet tiene asegurada la elección y de que Matthei no es una amenaza para las pretensiones de la oposición, según observadores locales.

“Lo primero de todo es ganar en primera vuelta” enfatizó Bachelet en el acto de cierre de campaña donde pidió a sus seguidores “un último esfuerzo”. Y también solicitó apoyo para las elecciones parlamentarias del domingo, en la que se renueva toda la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, para que la Nueva Mayoría, el bloque de centroizquierda que la respalda, logre suficientes escaños como para impulsar sin trabas su programa de gobierno.

“Hay cambios que necesitamos para derrotar las desigualdades en nuestro país”, sostuvo la ex-presidenta (2006-2010).

En el equipo de la candidata conservadora Evelyn Matthei, también se hizo hincapié en la necesidad de movilizar al electorado para evitar una victoria de Bachelet por la vía rápida.

Joaquín Lavín, jefe de campaña de Matthei, reconoció que el “gran enemigo” del sector conservador es la abstención y aseguró que el foco de Matthei y su equipo ahora “está puesto en decirle a nuestra gente ¡vayan a votar!”.

Diversas estimaciones sitúan la participación en las elecciones en un entorno de entre siete y ocho millones de electores, de los 13,5 millones de chilenos que están llamados a las urnas. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, cree que la cifra bordeará los siete millones de votantes, mientras que en el entorno de Bachelet se estima que serán unos 7,5 millones.

Una encuesta elaborada por una consultora y la Universidad de Santiago de Chile (Usach), difundida antes del cierre de campaña señaló que el 61 % tiene previsto votar el domingo, aunque otro sondeo reflejó que el 69 % de los encuestados declaró tener poco interés en acudir a las urnas.

El temor quedará develado el domingo a partir de las 22:00 horas cuando los ganadores salgan a festejar un auténtico (o pírrico) triunfo.
 

Categorías: Política, América Latina.