La cumbre social sobre el cambio climático cerró con una advertencia a la ONU, críticas a EE.UU. y la exigencia a los países industrializados de que reduzcan a la mitad sus gases de efecto invernadero de aquí al año 2020.
La Conferencia de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra clausuró sus sesiones en la localidad de Tiquipaya (centro de Bolivia) en coincidencia con el Día de la Madre Tierra, que se celebra desde hace 40 años.
Asistieron a la clausura los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Venezuela, Hugo Chávez, el vicepresidente de Cuba, Esteban Lazo, y el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, entre otros.
Chávez anticipó que en la conferencia sobre el cambio climático convocada por las Naciones Unidas para diciembre en Cancún (México) habrá conflictos si es que ese organismo mantiene silencio sobre lo que calificó de chantaje de EE.UU. a otros países para apoyar el documento aprobado por algunos países en Copenhague en 2009.
También sugirió que los países que asistieron a la cumbre social abandonen las Naciones Unidas y creen una organización de Pueblos Unidos si es que la ONU cede a la supuesta presión estadounidense.
Chávez convocó al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, a pronunciarse sobre el chantaje al que, según dijo, EE.UU. está sometiendo a naciones como Ecuador para que respalden el documento propuesto por el presidente Barack Obama en Copenhague.
El vicepresidente cubano exigió un orden internacional más justo y racional para toda la humanidad y abogó porque no se permita que los países desarrollados tomen como rehén de su política consumista las negociaciones internacionales sobre el cambio climático.
Según las denuncias de Chávez, EE.UU. está aplicando una diplomacia selectiva con negociaciones a puerta cerrada para lograr adherentes al acuerdo de Copenhague, que no establece metas de reducción de gases contaminantes a diferencia del Protocolo de Kioto.
El acuerdo firmado en 1997 en Japón establece que los países industrializados deben bajar en un 5 por ciento sus gases de efecto invernadero entre los años 2008 y el 2012, respecto a los niveles de 1990, pero este aspecto no se está cumpliendo.
Se trata de una meta ambiciosa, como la propuesta de impulsar la realización de un referendo mundial para abril del 2011 sobre cómo encarar el cambio climático.
El presidente Morales destacó que la diferencia entre esta reunión y la realizada en Copenhague ha sido que en Tiquipaya se discutieron las causas del cambio climático y no solo los efectos.