El partido del presidente socialista Evo Morales habría ganado ayer la mayoría de los nueve gobiernos regionales autónomos de Bolivia, pero sin modificar significativamente a su favor el mapa político del país, según proyectaron cadenas privadas de televisión.
La oposición parecía a un paso de mantener el control de los distritos orientales de Santa Cruz y Beni y del sureño Tarija, manifestaron las cadenas ATB y PAT, con base en sondeos a boca de urna y conteos rápidos, los únicos resultados divulgados en la misma jornada electoral a falta de los cómputos oficiales.
Los candidatos del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales ganaron con relativa facilidad las gobernaciones de departamentos andinos occidentales como La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí, pero no tuvieron igual suerte en las simultáneas elecciones municipales, según las proyecciones.
Las cadenas coincidieron en que los candidatos oficialistas habrían ganado solo en tres de las 10 ciudades principales, perdiendo inclusive en La Paz y en la tradicionalmente opositora Santa Cruz.
El MAS no tenía el control de ninguna alcaldía importante, pero apostaba a repetir en los municipios la votación arrolladora con que Morales fue reelecto en diciembre pasado para un segundo mandato quinquenal. “A nivel departamental está clara la hegemonía del MAS y esto tiene que ver en parte con la politización y el peso del voto de las áreas rurales, pero la oposición ha mostrado que aún puede lograr respaldo en seis ciudades capitales”, dijo a la red ATB la analista María Teresa Zegada. Agregó que “esto pone al país ante la necesidad de más negociación y concertación entre el poder nacional del MAS y los poderes regionales”.
Morales, quien inició hace menos de tres meses su segundo mandato, apoyó personalmente a los candidatos oficialistas en una agotadora campaña.
Analistas dijeron que, en el balance, las elecciones de gobernadores y asambleas de los nueve departamentos y de alcaldes y concejos de los 332 municipios modificaban solo ligeramente el mapa político, sin riesgo inmediato para los planes indigenistas y socialistas del popular mandatario.
Declarado seguidor del líder venezolano Hugo Chávez y del cubano Fidel Castro, Morales se opuso tenazmente en el inicio de su primer gobierno a las autonomías reclamadas desde varias regiones, pero terminó haciendo suya esa demanda para incorporarla con matices indígenas en la nueva Constitución “plurinacional” aprobada el año pasado.
La misma carta magna confirmó la estatización que Morales inició en el 2006 con la nacionalización de la industria de los hidrocarburos, la principal generadora de divisas del país por la exportación de gas natural a Argentina y Brasil.
El vicepresidente Alvaro García dijo que el MAS tenía el propósito de ganar al menos seis de las nueve gobernaciones departamentales. El oficialismo esperaba también tomar el control de varias alcaldías de grandes ciudades, donde fue derrotado en los anteriores comicios municipales del 2004, y al menos duplicar los 80 municipios menores que tiene ahora en sus manos, agregó.
Diversas encuestas habían anticipado una alta posibilidad de que el MAS logre sus objetivos de controlar los poderes locales, incluso en las tierras bajas donde enfrentó la mayor oposición en los cuatro años pasados, pero las proyecciones de televisión ponían en duda ese logro.
En el distrito oriental de Santa Cruz habría segunda vuelta en 60 días si no se confirma una victoria por mayoría absoluta del opositor derechista Rubén Costas, quien busca la reelección.
La cadena ATB dijo que a Costas le faltaría un punto porcentual para ganar la elección directa, en tanto que la también red privada Unitel dijo que el opositor habría logrado la mayoría absoluta de votos.