Familias de veteranos de guerra y los supervivientes de Haití recibirán el dinero, que también se destinará a becas
Aún no se había recuperado de la sorpresa cuando la Casa Blanca ya estaba anunciando que el dinero ganado por la concesión del Premio Nobel de la Paz se destinaría en su totalidad a obras de caridad. Barack Obama no sería dueño personal de un solo centavo. Así ha sido y ya se conoce cómo se empleará el millón cuatrocientos mil dólares (un millón de euros) que Obama ganó por su aportación futura a la paz mundial.
Los estudiantes; las familias de los veteranos de las diversas guerras que EE UU lucha -o ha luchado- en el mundo; y los supervivientes del terremoto de Haití son los principales receptores del dinero del premio. Las organizaciones agraciadas hacen un trabajo extraordinario en EEUU y en el extranjero ayudando a estudiantes, veteranos y otros muchos, declara Obama en un comunicado. Estoy orgulloso de poder apoyar su labor, finaliza el presidente.
No todos los grupos reciben la misma cantidad de dinero. Los hay que obtienen más y otros menos. Fisher House -organización norteamericana sin ánimo de lucro centrada en facilitar hogares a las familias de los heridos en combate- es la mayor receptora, con 250.000 dólares. Con esa inyección sorpresa de capital, Fisher House construirá tres nuevos edificios en el Hospital Naval de Bethesda y en la Base Aérea de Dover, donde llegan los cadáveres de los soldados estadounidenses caídos en el extranjero.
La tragedia haitiana está segunda en la cantidad de dinero recibido. El Fondo Clinton-Bush para Haití, constituido por los dos ex presidentes estadounidenses pocos días después del devastador terremoto que el pasado enero sepultó bajo escombros a más de 200.000 personas, recibe 200.000 dólares.
Obama regala 125.000 dólares -a cada una- a seis organizaciones dedicadas a lograr que los estudiantes accedan a la universidad. El paraguas de los elegidos es muy amplio y no deja fuera a ningún grupo susceptible de discriminación: desde United Negro College Fund hasta el Fondo Hispánico pasando por la Fundación American Indian.
Tras todo lo anteriormente donado quedan 200.000 dólares por repartir. La Casa Blanca ha decidido que 100.000 irán a AfriCare y sus proyectos de lucha contra el sida en más de 25 países subsaharianos. Otros 100.000 ayudarán al Central Asia Institute a promover la educación entre niñas de Pakistán y Afganistán.
Por Yolanda Monge - El País, Madrid, - Washington -