La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, pidió apoyo a Brasil para posibles sanciones a Irán, pero el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, respondió que no se debe “acorralar” a Teherán y que aún es posible dialogar.
Ambos países firmaron tres acuerdos bilaterales en las áreas de cambio climático, género y cooperación con terceros países.
No es prudente poner a Irán contra la pared. Lo que es prudente es establecer relaciones con ese país. Quiero para Irán lo mismo que quiero para Brasil: que pueda usar la energía nuclear para fines pacíficos, afirmó Lula antes de recibir a Clinton en su despacho para una entrevista privada.
Lula, quien en mayo próximo visitará al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, apuntó que ”si Irán está de acuerdo con eso, tendrá apoyo de Brasil, pero si va más allá (y avanza hacia el armamento nuclear), estará contra lo previsto en la Constitución brasileña y su Gobierno no lo respaldará.
Clinton, por su parte, insistió tras una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Celso Amorim, en que Irán ya ha dado muestras de que no quiere dialogar. Nuestra puerta siempre estuvo abierta a negociaciones, pero no obtuvimos respuesta, declaró Clinton y admitió que nadie prefiere las sanciones, aunque acotó que hasta ahora no hay un esfuerzo sincero de Irán, cuyo programa nuclear pueden entrañar peligros para Oriente Medio y el mundo.
También aseguró que Teherán recurre a países como Brasil, Turquía o China para evitar las sanciones internacionales, por lo que sostuvo que es necesario aumentar la presión. Según la jefa de la diplomacia estadounidense, se debe enviar una señal muy clara y la mejor sería la adopción de sanciones.
Junto a Clinton, Amorim refrendó las declaraciones de Lula y dijo que Brasil, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, cree que sería posible rescatar un acuerdo como el que ya había sido propuesto, para que Irán adquiera uranio enriquecido de otros países para usarlo en un programa nuclear pacífico. Pese a sus divergencias sobre las sanciones, Clinton y Amorim dijeron que los objetivos de Estados Unidos y Brasil en torno a Irán son iguales y apuntan a impedir la proliferación nuclear.
Clinton y Amorim también debatieron las diferencias que mantienen sus gobiernos sobre la legitimidad del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, a quien Brasil aún no ha reconocido.
Durante el encuentro entre Amorim y Clinton fueron firmados tres acuerdos bilaterales en las áreas de cambio climático, género y cooperación con terceros países, que estarán volcados a fomentar el desarrollo en países de América Latina y África. Asimismo, coincidieron en que se debe mantener y acentuar la ayuda a países como Haití y Chile, que han sufrido devastadores terremotos y precisan socorro en tiempos de crisis”, indicó la secretaria de Estado.
Tras sus actividades en Brasilia, Clinton viajó hacia Sao Paulo, donde tiene previsto dictar una conferencia en una universidad para afrodescendientes. Con ese compromiso culminará sus actividades en Brasil y viajará hacia Costa Rica, quinta escala de una gira que ya la ha llevado a Uruguay, Argentina y Chile y que concluirá en Guatemala. (Infolatam)