Cuatro de los ocho bautistas puestos en libertad aterrizaron el jueves en el aeropuerto de Kansas City.
Los misioneros estadounidenses acusados de tráfico de menores tras el terremoto en Haití volvieron el jueves a su país e instaron a la liberación de las dos mujeres que siguen detenidas en una prisión de Puerto Príncipe por el mismo caso.
Cuatro de los ocho estadounidenses liberados aterrizaron el jueves en el Aeropuerto Internacional de Kansas City, y fueron vitoreados y abrazados después por sus familiares y amigos. Se negaron a hablar con la prensa, pero su abogado Caleb Stegall leyó un comunicado en el que los misioneros se mostraron agradecidos por regresar.
Esperamos y oramos para que nuestra liberación permita a todos concentrarse de nuevo en las difíciles condiciones que persisten en Haití. La gente sufre aún y carece de atención a sus necesidades básicas, señaló el comunicado. Para aquéllos cuyos casos no han sido resueltos, seguiremos orando porque regresen con bien.
La líder del grupo, Laura Silsby, y su ex niñera Charisa Coulter, permanecían en prisión en Haití. Ambas llegaron el jueves a un tribunal capitalino para ser interrogadas por un juez sobre sus planes de construir un orfanato en República Dominicana. Pero el juez reprogramó la comparecencia para el viernes, después de que un traductor no acudió a la cita.
Todo marcha bien, dijo Silsby a los reporteros. No sé el día exacto en el que seremos liberadas.
Saint-Vil dijo que no liberó a Silsby, de 47 años, ni a Coulter, de 24, ambas originarias de Boise, Idaho, porque ambas habían visitado Haití en diciembre y planificaban abrir un orfanato incluso antes del terremoto. Tras el cataclismo, Silsby se apresuró a reunir el grupo para viajar a la nación caribeña.
La hermana de Silsby en Idaho, Kim Barton, dijo que fue muy duro enterarse de que la líder del grupo no sería liberada.
En este momento no tengo comentarios. No sé más de lo que ustedes saben, dijo Barton.
Los misioneros bautistas, la mayoría provenientes de dos iglesias de Idaho, fueron detenidos el 29 de enero y acusados de intentar llevar a 33 niños a República Dominicana el 29 de enero sin la documentación necesaria. El incidente surgió justo cuando las autoridades humanitarias intentaban detener las adopciones precipitadas e irregulares tras el terremoto.
Silsby dijo al principio de que los niños eran huérfanos o habían sido abandonados. Pero The Associated Press determinó que al menos 20 fueron entregados a los bautistas de forma voluntaria por sus padres, a cambio de que fueran educados y se les permitiera visitarlos.
El miércoles, el juez haitiano Bernard Saint-Vil dijo que había decidido liberar a ocho de los 10 estadounidenses bautistas tras escuchar las declaraciones de los padres de los menores a quienes trataron de sacar del país. Al parecer, los padres dijeron que entregaron sus hijos voluntariamente a los misioneros.
El grupo fue liberado con la condición de que regresarán a Haití si el juez lo exige.
Los detenidos niegan las acusaciones de contrabando de niños y dijeron que se encontraban en una misión humanitaria para rescatarlos.