La nueva etapa dispondrá de un barco estadounidense y otro noruego, así como de tres vehículos submarinos equipados con sonar y dos robots.
La tercera y última fase de búsqueda de las cajas negras del vuelo de Air France siniestrado en junio pasado con 228 personas a bordo cuando cubría el trayecto entre Río de Janeiro y París delimitará la zona de investigación al 12% del área inicial.
Según informó hoy la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), la nueva etapa de búsqueda comenzará a mitad de marzo y los expertos dispondrán de un barco estadounidense y otro noruego, así como de tres vehículos submarinos equipados con sonar y dos robots.
Con los tres sonar buscaremos el pajar y con los dos robots la aguja, explicaron ante la prensa los responsables de la investigación, quienes agregaron que hay buenas oportunidades de poder leer las cajas negras, a pesar de los cerca de nueve meses transcurridos desde el accidente.
La búsqueda inicialmente de cuatro semanas, aunque prorrogable se llevará a cabo en una zona de unos 2.000 kilómetros cuadrados, en lugar de los 17.000 kilómetros cuadrados del rastreo inicial.
El fondo, cuyo relieve es bastante accidentado, se encuentra a unos 4.000 kilómetros de la superficie.
Para esta tercera fase, se ha determinado el hipotético punto del impacto a través de la simulación del esparcimiento de los restos que se han recuperado del avión.
El coste de la última etapa de búsqueda, en cuya planificación han participado expertos brasileños, estadounidenses, rusos y franceses, entre otros, asciende a diez millones de euros, financiados a partes iguales por el constructor aeronáutico del aparato, Airbus, y la compañía que operaba el vuelo, Air France.
De esa forma, el monto total de la investigación se situará en alrededor de los 20 millones de euros, indicaron los responsables de la BEA.
Las dos primeras fases de la investigación no permitieron esclarecer la causa del siniestro, aunque el último informe publicado por la BEA en diciembre pasado dudaba de la fiabilidad de las sondas Pitot, fabricadas por la compañía francesa Thales, encargadas de medir la velocidad de vuelo. (EFE)