China y Estados Unidos intensificaron el martes su guerra comercial, después que Beijing-Pekín sumó productos estadounidenses valorados en 60.000 millones de dólares a los bienes sujetos a aranceles de importación en represalia por los gravámenes propuestos por el presidente Donald Trump.
Estados Unidos y China se aplicaron aranceles recíprocos el viernes sobre sus importaciones por un valor de US$34.000 millones y Beijing acusó a Washington de desencadenar la “la mayor guerra comercial” de la historia económica.
La Corte Suprema de Estados Unidos determinó el jueves que los estados del país tienen derecho a cobrar impuestos sobre las ventas en línea de bienes y servicios, lo que elimina una ventaja que tenían muchas empresas de comercio electrónico sobre las tiendas tradicionales.
El gobierno estadounidense advirtió que no reconocerá al presidente que sea elegido en las próximas elecciones de Venezuela, ya que consideran que son unos comicios ilegítimos y no cumplen los requisitos de ser libres, justos, creíbles y transparentes.