Sandra Day O'Connor, la primera mujer que formó parte del Tribunal Supremo de Estados Unidos, falleció este viernes en Phoenix a la edad de 93 años. Según fuentes judiciales, la causa de muerte fueron complicaciones por demencia. Nacida el 26 de marzo de 1930 en El Paso (Texas) y criada en Arizona, le sobreviven sus hijos Scott, Brian y Jay, seis nietos y su hermano Alan. O'Connor fue nombrada miembro del Tribunal en 1981 por el Presidente Ronald Reagan, después de trabajar como abogada pública y prestar servicio en los tres poderes del Estado de Arizona.