El Papa envió una carta a los católicos para expresar “vergüenza” y “arrepentimiento” por los casos de abusos y reconocer que la Iglesia no supo actuar ni reconocer la gravedad del daño que se causaba, tras el informe de Pensilvania. Francisco responde así con un inédito gesto, una carta enviada al Pueblo de Dios, al escalofriante informe revelado por la Corte Suprema de Pensilvania (EE.UU) que documenta 300 supuestos casos de “sacerdotes depredadores” sexuales en ese Estado y en el que identifica a 1.000 menores como víctimas desde 1940.