La sorpresa de su vida fue la que se llevó una familia china al descubrir que su mascota, un supuesto perro de raza mastín tibetano, al que habían criado por dos años, en realidad no era el animal que creían. Según informaron los medios locales, los dueños del aparente can lo confundieron con un oso negro asiático, especie que se encuentra en peligro de extinción.