La escalada militar de los últimos días entre Azerbaiyán y Armenia hace temer una guerra de dimensiones impredecibles, lo cual llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a pedir el martes un cese inmediato de los combates en la región separatista de Nagorno Karabaj, mientras la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) intenta reactivar su misión de observación en esa zona.