Diecisiete años después de los atentados que derribaron las Torres Gemelas de Nueva York, los restos humanos de más de 1.100 víctimas aún aguardan identificación. Pero en un laboratorio de Manhattan, un equipo prosigue incansablemente la tarea, con la ayuda de los últimos avances tecnológicos.
Los automóviles ya no podrán circular más por el Central Park de Nueva York a partir de este miércoles: la ciudad busca priorizar “la seguridad y la salud” de peatones, ciclistas, corredores o patinadores. Aunque la circulación ya estaba prohibida en el norte del emblemático parque de Manhattan, visitado cada año por 42 millones de personas y que el año próximo festejará sus 160 años, los coches aún podían circular por tres calles pavimentadas del sur.