La imaginación chavista no tiene límites. En vida de Hugo Chávez se creó el ministerio de la Felicidad, del cual nunca más se habló, y ahora su sucesor Nicolás Maduro hizo aprobar la Ley contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia, una forma burda de limitar la libertad de expresión, de pensamiento y de prensa.