El hallazgo de huesos humanos bajo el suelo de un sótano de la Nunciatura (la Embajada) de la Santa Sede en Roma ha disparado la hipótesis que se pueda tratar de los de dos jóvenes desaparecidas hace 35 años y que se ha convertido en uno de los grandes misterios de Italia y del Vaticano.
Papa Francisco nombró al cardenal español Santos Abril y Castelló presidente de la comisión cardenalicia para vigilar el funcionamiento del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el llamado banco del Vaticano, después de sus escándalos financieros.