Los automóviles ya no podrán circular más por el Central Park de Nueva York a partir de este miércoles: la ciudad busca priorizar “la seguridad y la salud” de peatones, ciclistas, corredores o patinadores. Aunque la circulación ya estaba prohibida en el norte del emblemático parque de Manhattan, visitado cada año por 42 millones de personas y que el año próximo festejará sus 160 años, los coches aún podían circular por tres calles pavimentadas del sur.