Brasil registró en 2013 un flujo cambiario negativo de 12.261 millones de dólares, la mayor fuga de la divisa estadounidense desde 2002, según divulgó el Banco Central. La cifra contrasta con los 16.753 millones de dólares a favor con los que el país terminó el ejercicio de 2012. Para completar un panorama adverso la producción industrial confirmó un desempeño anémico a noviembre.