Una semana después que el ex fiscal general de Brasil Rodrigo Janot revelara que por desavenencias en la Operación Lava Jato intentó matar, pero no se animó, al juez de la corte Gilmar Mendes, para lo cual había entrado armado en 2017 al Supremo Tribunal Federal, otro hecho de características parecidas ocurrió en San Pablo.
El fiscal de la nación de Perú, Pedro Chávarry, anunció que no renunciará a su cargo pese a los duros cuestionamientos a su gestión, marcada por la inicial remoción de los fiscales del caso Odebrecht, Rafael Vela y José Domingo Pérez, quienes luego serían reposicionados en sus cargos.