El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nuevamente está en el centro de la polémica por la implementación de una polémica política anti-migratoria: la separación de casi 2.000 niños de sus padres. El Gobierno federal estadounidense aplicó de forma rigurosa en mayo una normativa que estipula que las familias que ingresan clandestinamente al país son inmediatamente separadas, y los niños menores son llevados a albergues.