La capital estadounidense continuaba semiparalizada este martes, mientras los residentes limpiaban montañas de nieve después de la tormenta excepcional que asoló la costa atlántica del país el fin de semana, dejando 33 muertos. Las oficinas del gobierno federal y las escuelas del centro de Washington continuaban cerradas el martes por segundo día consecutivo, mientras convoyes de camiones barrenieve recorrían la ciudad para despejar sus avenidas.