¿Existe un método más natural y respetuoso con el medioambiente que convertir los cadáveres humanos en compost, en tierra fértil y cerrar así el ciclo de la vida? El Estado de Washington, el primero en aprobar una ley que regula esa práctica, no tiene ninguna duda. Su gobernador, Jay Inslee, firmó la nueva norma que entrará en vigor el 1 de mayo de 2020.