Tras 16 años de excepcionalidad transformada en regla, el Gobierno argentino decidió no renovar la ley de emergencia pública y reforma del régimen cambiario, más conocida como de emergencia económica. Se trata de una norma sancionada el 6 de enero de 2002, que delegaba en el Ejecutivo una serie de facultades extraordinarias, como establecer el sistema que fija el tipo de cambio entre el peso y las divisas extranjeras.