Mientras continuaba la vigilia en espera que el insurgente Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) liberara al ex vicepresidente de Paraguay Oscar Denis y a su chofer, su familia inició el reparto de víveres exigido por los secuestradores pese a que el grupo rebelde no dio la prueba de vida prometida, pero los artículos fueron rechazados por indígenas y campesinos.