Francia recibió en 2018 a cerca de 90 millones de turistas extranjeros, un nuevo récord, pese al impacto negativo en el sector de las manifestaciones de chalecos amarillos, anunció el gobierno francés.
Las medidas en favor del poder adquisitivo para calmar las protestas de los chalecos amarillos tendrán un costo de 10.000 millones de euros para las arcas públicas francesas en 2019 y acarrearán una subida del déficit público al 3,2 % del Producto Interior Bruto (PIB).
A los 46 años, Édouard Philippe, el alcalde conservador de la ciudad portuaria de Le Havre, a la vera del Canal de la Mancha, un dirigente considerado moderado y de menor peso político, se convirtió en el primer ministro de Francia y la opinión generalizada en el país es que su misión será terminar de quebrar la derecha y sumar apoyos al nuevo presidente, Emmanuel Macron.