Cuba incluyó en su menú al pez león para combatir a esta especie invasora y depredadora que amenaza el equilibrio del mar Caribe. Originario del Indo-Pacífico, este pez de líneas naranjas, marrones y negras y cubierto de púas venenosas se convirtió en los últimos años en un riesgo insospechado para el ecosistema marino, especialmente para los arrecifes coralinos.