Las acusaciones de corrupción entre los candidatos dominaron el último debate rumbo a la elección presidencial mexicana del 1 de julio, en donde el veterano izquierdista Andrés Manuel López Obrador encabeza las preferencias entre los electores. López Obrador y los otros dos principales candidatos –Ricardo Anaya, quien es impulsado por una coalición de derecha e izquierda y el oficialista José Antonio Meade– se acusaron mutuamente de corrupción en el encuentro organizado en Mérida, Yucatán, en el sureste de México.