El presidente de Nicaragua Daniel Ortega denunció este jueves una conspiración para sacarlo del poder y tildó a los obispos de golpistas, lo que deja en entredicho la gestión mediadora de la iglesia en el diálogo para buscar una salida a la crisis política, que ha dejado más de 350 muertos en tres meses.
14 vidas se cobró el incremento de la violencia en Nicaragua, que tiene al borde de la ruptura el diálogo para resolver la crisis que deja unos 250 muertos en casi tres meses de protestas contra el presidente Daniel Ortega.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) convocó a los representantes del gobierno y de la oposición a integrar el lunes una comisión especial para intentar destrabar el diálogo, suspendido la semana pasada por desacuerdos entre las partes.