Un equipo científico británico de Gloucestershire ha desarrollado con éxito un aerocombustible a partir de heces humanas. El producto es casi idéntico al queroseno convencional utilizado en la aviación moderna. Queríamos encontrar una materia prima de muy bajo valor que fuera muy abundante; y, por supuesto, la caca es abundante, explicó James Hygate, Director General de Firefly Green Fuels.