Los más feroces anti-Trump sueñan con una revuelta de último minuto, pero el colegio electoral, singularidad estadounidense, debería designar este lunes al magnate inmobiliario como el 45° presidente de Estados Unidos. Los críticos del sistema electoral juzgan que va en contra del principio “un hombre, una voz”, que su efecto perverso es impulsar a los candidatos presidenciales a solo hacer campaña en un número limitado de estados, dejando de lado a grandes porciones del país.