Una gran actividad ciclónica en el Atlántico Norte, graves inundaciones causadas por los monzones en el subcontinente indio y continuas sequías en zonas del África Oriental convirtieron 2017 en el año con el mayor número de pérdidas económicas relacionadas con fenómenos meteorológicos y climáticos extremos documentado hasta el momento, revela el último informe de la agencia de la ONU encargada de observar el tiempo.