Los agentes de la Policía Militar que llevaban trece días en huelga en el estado norteño de Ceará para exigir mejoras salariales y laborales decidieron el lunes acabar con los paros y protestas que provocaron casi 150 muertos y la orden del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de enviar a las Fuerzas Armadas para restablecer el orden.
El estado Ceará, en el noreste de Brasil, registró 122 homicidios desde que el miércoles pasado se iniciara una huelga policial, informaron este domingo fuentes oficiales. Asimismo, el promedio diario de homicidios durante la huelga aumentó a 30,5, frente a la media de 8,4 registrada en enero pasado, según la agencia de noticias.
El centroizquierdista Ciro Gomes, un temperamental abogado y caudillo del nordeste, podría tener, con sus 12,5% de votos, la llave de la presidencia de Brasil. A sus 60 años, este jefe de una poderosa familia del estado de Ceará, se dejó la piel en su intento de posicionarse como una tercera vía entre el ultraderechista Jair Bolsonaro y Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT) del encarcelado ex presidente Lula da Silva.