Militares brasileños comenzaron a patrullar este viernes las calles de Natal cuando se cumple el séptimo día de rebelión en el presidio de Alcaçuz, todavía bajo control de las bandas de narcotraficantes que se enfrentaron en un sangriento motín.
Unos 1.000 militares de las Fuerzas Armadas brasileñas (FAB) participarán en las inspecciones en los presidios de Brasil, siempre y cuando sean solicitadas por los estados, precisó el ministro de Defensa, Raúl Jungmann. El Ejército comenzará a desplegarse en unos ocho o diez días, después que el presidente de Brasil, Michel Temer, pusiera a disposición las Fuerzas Armadas para contener la crisis desatada en los presidios de Brasil.
Los guardia cárceles de Río de Janeiro se declararon este martes en huelga en reclamo de salarios impagos, aumentando la tensión en medio de la crisis de violencia en las cárceles de Brasil, que dejó unos 130 muertos desde inicios del año. El paro se inició a las 00H00 locales y debería prolongarse por lo menos hasta el lunes próximo, cuando una asamblea general del sindicato sectorial se reúna para decidir sobre la continuidad del movimiento.
El gobierno brasileño autorizó el envío de la Fuerza Nacional, un cuerpo de élite de la Policía, a los estados de Roraima y Amazonas, donde se registraron casi un centenar de asesinatos en sus cárceles en los primeros días del año.