El gigante petrolero británico BP anunció un recorte del 25% en sus inversiones de capital este año como reacción al colapso de los precios del crudo, en particular debido a la parálisis económica causada por el coronavirus.
Las sanciones de Estados Unidos a la industria petrolera de Venezuela han beneficiado a Royal Dutch Shell y BP, las dos productoras más importantes en el Golfo de México, ya que las refinerías que necesitan reemplazar los barriles de la nación sudamericana están buscando suministros en la región.