El gobierno interino de Bolivia llamó a dialogar a simpatizantes del ex presidente Evo Morales para desactivar las protestas que dejaron al menos 23 muertos y más de 700 heridos y evitar el desabastecimiento de La Paz, luego de que los cocaleros de Cochabamba dieran 48 horas a la autoproclamada mandataria Jeanine Áñez para que renuncie.
Michelle Bachelet dijo que al menos 17 personas habrían fallecido en las manifestaciones que tienen lugar en el país sudamericano y advirtió que la represión puede recrudecer la situación.