La Fuerza Aérea brasileña comenzó a trasladar a venezolanos desde una zona fronteriza remota a otros lugares de Brasil, tratando de apaciguar una crisis humanitaria mientras decenas de miles de migrantes siguen llegando del colapso económico en su país.
Michel Temer interrumpió sus días de vacaciones en Rio de Janeiro para reunirse con las autoridades del estado de Roraima en Boa Vista, a 200 kilómetros de la frontera con Venezuela, para debatir posibles medidas ante “el flujo intenso de venezolanos” en la región.