Unas cincuenta y seis ballenas piloto de aleta larga murieron varadas en playas de la isla de Pebble, al norte de las Falklands. Unos cinco días antes, en torno al 10 de noviembre, un piloto del servicio aéreo de las Falklands, FIGAS, había denunciado el hecho.
La geografía de las Islas Falkland con muchas playas de aguas relativamente llanas y fuertes vientos la convierte en una de las trampas naturales más comunes para los calderones o ballenas piloto (Globicephala) en el Atlántico sur.
Varios centenares de ballenas piloto fueron halladas muertas en Nueva Zelanda después de que más de 400 de ellas quedaran varadas en la remota bahía Golden, en el noroeste de la isla Sur, informó la prensa local. Fuentes del Ministerio de Conservación indicaron a la cadena TVNZ que se calcula que han muerto unos 300 cetáceos de un total de 416 que quedaron atrapados anoche en una zona arenosa conocida como Farewell Spit.