El gobierno brasileño lanzó una ofensiva contra el Tribunal de Cuentas de la Unión ante la inminencia de que ese organismo fiscalizador presente una denuncia por supuestas maniobras administrativas contra Dilma Rousseff.
Las irregularidades en la petrolera estatal Petrobras que están bajo investigación le costaron a las arcas públicas de Brasil cerca de 3.000 millones de reales (unos 1.171 millones dólares), afirmó el presidente del Tribunal de Cuentas, Augusto Nardes.