En 25 años, los paraguayos ya no serán tan jóvenes, señaló la experta Paraguay se enfrenta a una inminente transición demográfica que duplicará su población adulta mayor en los próximos 25 años debido al envejecimiento acelerado de su actual y numeroso segmento juvenil, según advertencias del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
La alemana Sabrina Juran, socióloga del desarrollo y Asesora Regional del UNFPA para Dinámica de la Población, enfatizó que el gobierno debe implementar políticas anticipatorias para prevenir una posible crisis y una reducción significativa en la calidad de vida de sus habitantes.
Juran señaló que Paraguay aún experimenta un dividendo demográfico, un período en el que la proporción de la población en edad laboral (típicamente de 15 a 64 años) es mayor que la de la población en edad laboral (niños y adultos mayores). Se trata de una ventana de oportunidad donde un país tiene más personas que contribuyen a la economía que las que consumen recursos como dependientes.
Este dividendo es algo económicamente tangible que un país puede aprovechar realmente, pero el país puede aprovecharlo si su población joven está realmente bien integrada en la sociedad y en el mercado laboral, señaló la especialista. Según el censo de 2022, el 66% de la población paraguaya está activa (en edad laboral) y solo el 33% es dependiente. Esta ventana de oportunidad se está cerrando, subrayó Juran. La numerosa generación joven actual ya no será tan joven en 25 años.
La tasa global de fecundidad del país ha disminuido drásticamente en los últimos 75 años, de 6,5 hijos por mujer en 1950 al 1,9 actual, lo que representa un ritmo más rápido en comparación con otros lugares.
En opinión de Juran, el factor más crítico es que el gobierno debe garantizar la participación activa y la seguridad económica de su población joven para aprovechar al máximo el dividendo demográfico. Esto requiere inversión en salud, educación e integración al mercado laboral formal.
Juran destacó específicamente el inmenso riesgo que representa la alta tasa de informalidad laboral del país. Si los países no invierten al menos en estas tres áreas, este dividendo demográfico está en riesgo; no se puede obtener un beneficio económico real porque tenemos una población joven con un alto nivel educativo, pero el mercado laboral, que es 63% informal, no los integra ni aprovecha su buena educación, sostuvo.
Según Juran, la disminución en el número de hijos está relacionada con diversos factores, como un sistema de salud deficiente tanto para los niños como para los padres mayores, la inestabilidad económica —incluido el acceso a la vivienda—, una pesada carga de trabajo doméstico y de cuidado, así como la incertidumbre geopolítica sumada a la preocupación por el cambio climático.
La caída de la fecundidad en nuestra región se ha acelerado en comparación con otras regiones del mundo. Hay países donde disminuyó más rápido que en Paraguay, pero también hay países que la están reduciendo más lentamente, explicó.
Juran instó a los gobiernos a brindar mayores garantías y protección a todas las generaciones para preparar la transición y evitar una crisis futura.